Era un proyecto asumido con mucho agrado, pero a su vez, con un recogimiento por el drama de nuestras “familias maristas” del Secano Costero. El terremoto del 27 de febrero no solo destruyó sus hogares, si no que echó por tierra lo obtenido con mucho sacrifico durante años de trabajo. Desde el punto de vista emocional, el daño es más profundo en el alma de las personas que en lo material. Por este motivo, desde comienzo de año que el Instituto O´Higgins y toda su comunidad educativa, se comprometió en una noble causa de ayuda y acompañamiento con estos grupos familiares que tanto nos ayudan de la misión educativa de alumnos y alumnas maristas, la cual consintió en la reconstrucción de sus viviendas de acuerdo a las necesidades que tenia cada grupo familiar en especial.

En esta obra se contó con la desinteresada colaboración de los padres, apoderados, alumnos, ex alumnos y personal colegial, quienes entregaron su tiempo en ir en ayuda de nuestros hermanos necesitados de la Estrella, Marchigue y Litueche. Como punto culmine de esta iniciativa, el sábado 5 de junio un grupo conformado por alumnos, profesores y apoderados, encabezados por nuestro Rector, Hno. Aldo Passalacqua, se dirigió hasta este sector para realizar la Ceremonia de Bendición de estos nuevos hogares, específicamente a 6 familias. Al llegar al lugar, la comitiva se encontró con la gran sorpresa de a pesar del dolor de ser recibidos con alegría, entusiasmo y agradecimiento por la ayuda entregada. Sin duda que el prestigio de nuestro Instituto O´Higgins y de todos los colegios maristas en Chile no solo es por los buenos resultados académicos y extra escolares. Es más que esto. Hay un enorme legado de solidaridad y compromiso cristiano con los que sufren y que traspasan los límites colegiales.

La formación educativa del IOH es todo esto. Ser un líder cristiano y con un corazón bondadoso. Es “Ser para el Otro”. Aquí se forman para guiar y acompañar, tal como lo hizo el Padre Champagnat.

Agradecemos de corazón a todos los que nos apoyaron en esta gran obra. Que Dios, la Buena Madre y San Marcelino los bendigan por siempre.