Noticias
Testimonios de una gran cruzada
Por
Instituto O'higgns .
Publicado:
27 Agosto 2007
Leido 599 veces
Estamos por terminar el Mes de la solidaridad, pero queremos dejar en el recuerdo las impresiones de los protagonistas de esta gran misión. El 4º medio A, junto su profesora tutora Raquel Marchant, se hacen participe en esta ocasión. También el alumno Maximiliano Arce, de 2º medio, expresa sus sentimientos ante tan importante trabajo. Todo esto acompañado por las imágenes del 1º medio B y el 2º medio D.
La aberrante desigualdad que sufre nuestro país debiera ser motivo suficiente para poner todo nuestro ánimo en ayudar a quienes se han visto desfavorecidos por diversas circunstancias de la vida. Pese a ello, muchas veces nuestra actitud dista mucho de ser solidaria, dejándonos llevar por la comodidad; sólo donamos un poco de dinero en colectas y campañas de organizaciones, en vez de realizar acciones concretas que vayan en directo beneficio de los necesitados. Ese rumbo es el que se busca enmendar con instancias como el Día de la Solidaridad. Este año, y continuando con una línea comenzada el año anterior en esta misma fecha, el 4ºA decidió ayudar a escolares de escasos recursos. En esta ocasión escogimos el Colegio Mariano Latorre, ubicado en la localidad rural de Codegua. Esta escuela básica recibe a niños con una situación económica precaria, e intenta ayudarlos a salir adelante a través de la educación. El director de la escuela nos contó la dura situación que colegios como éste sufren, al recibir una cantidad de recursos ínfima que no les alcanza para poder mejorar un poco el estado de las instalaciones. Es por ello que como primer desafío asumimos el repintado del frontis de la escuela, una antigua casa de estilo colonial que acoge a las oficinas y algunas salas. Pero eso era sólo una parte. Nuestro segundo desafío era entregar un rato alegre a los niños de la escuela. Primero ayudándoles en la sala a aprender geometría, y luego divirtiéndolos con juegos y partidos de fútbol, logramos impregnar un ambiente diferente a la jornada escolar. Conforme pasaba la mañana, los resultados se hacían evidentes; un colegio más bonito y sonrisas en los niños, nos demostraban que nuestros esfuerzos no eran en vano. Luego de un ameno desayuno con los alumnos, el director nos agradeció profundamente la acción emprendida, y nos invitó a que en el futuro, cuando seamos profesionales o trabajadores, no olvidemos la situación por la que pasan escuelas como ésta, y que podamos continuar dando nuestra ayuda, que siempre será bienvenida. Llegaba la hora del adiós. Niños y niñas dejaban el colegio para volver a sus hogares, felices de haber podido disfrutar de una jornada diferente con nosotros. Por nuestro lado, estábamos felices por haber podido entregar un granito de arena a esta escuela, recordando siempre el espíritu que, como alumnos maristas, deberíamos tener para con el prójimo. Sin duda este es un llamado a olvidar el asistencialismo y a comprometerse  realmente con la situación social de Chile, así como lo ha planteado Monseñor Alejandro Goic. Como líderes del mañana, debemos buscar soluciones concretas a los males que afectan a nuestros compatriotas, y así lograr una sociedad más justa, con iguales oportunidades para todos.

Semana de la Solidaridad, ¿Debemos ser solidarios sólo esa semana

Publicado en:
© CONGREGACIÓN DE LOS HERMANOS MARISTAS
Ámbito de Diseño, Informática y Comunicaciones