Noticias
Un compromiso de caridad con los más necesitados
Por
Instituto O'higgns .
Publicado:
1 Noviembre 2005
Leido 328 veces
Ya hace bastante tiempo, cuando éramos solo una lista postulante al Centro de Alumnos, pensamos que una de las cosas más importantes que debía presentar un organismo de esta categoría era su preocupación por los demás, partiendo por los alumnos, pero también era necesario un verdadero compromiso de caridad con los más necesitados. Es por eso que, movidos por esta inquietud, presentamos un proyecto de esta índole a Gesta, Fundación Marista por la solidaridad, para que pudiéramos tener apoyo financiero y logístico.
Luego de analizarlo, Gesta lo aprobó, y nos pusimos a trabajar. ¿En que consiste este proyecto El nombre sin duda nos dará una idea: “Compartiendo fraternalmente con los más necesitados”. Se trata de un reforzamiento académico a niños de escasos recursos, pero no sólo eso, sino también compartir un rato junto a ellos en actividades recreativas. Estos niños viven en el Hogar Don Guanella, bajo la tutela de los Siervos de la Caridad. Presenta jóvenes de entre 9 y 13 años, los cuales por diversas circunstancias, principalmente de recursos limitados o de familias mal constituidas, han llegado a este hogar. Debido a esta precaria situación, es que su nivel académico no es muy alto, por lo que quisimos poner énfasis en ese aspecto, avocándonos en esta actividad principalmente a hacer clases de matemáticas y lenguaje. Estas clases se desarrollan en salas que ponen a nuestra disposición, en el que, con guías facilitadas por el colegio, les ayudamos a que practiquen el uso correcto del lenguaje, la comprensión lectora, etc. o también que puedan desarrollar adecuadamente diferentes operaciones matemáticas, apoyando aquellos aspectos más dificultosos para ellos. Luego de este rato de trabajo, nos dedicamos a jugar con ellos, compartiendo su tiempo de recreación. Aprovechamos las instalaciones de las que goza el Hogar, entre ellas una cancha de baby- fútbol, ideal para que los niños pongan a prueba su talento, junto con poder tener un rato de sana convivencia con sus demás compañeros, que de acuerdo a lo que hemos visto en nuestras visitas, forman una verdadera familia, con todo lo que implica (entre pequeñas discusiones y fuertes muestras de fraternidad). Luego del partido de fútbol, el cansancio y las ganas desplegadas en la cancha ameritan una once, que es preparada por nosotros y una de las señoras que trabajan en el lugar. Finalizando este momento, llega la hora de despedirse. “Chao tío”, “¿Vuelve el otro jueves”, “traiga guías de divisiones” “El próximo partido le ganamos” Frases como esas son las pronunciadas al despedirnos, las que reflejan el vínculo que se ha ido formando entre los niños y nosotros, por el simple hecho de hacer algo de clases y jugar, pero que sin duda, tienen un gran valor para todos ellos. Para finalizar, sólo queremos recalcar lo gratificante de la experiencia, en la que la entrega y caridad por el otro son la tónica principal, unidos en el espíritu de Marcelino. Es por eso que extendemos a todos los que quieran, la invitación a participar en los encuentros restantes del año, para poder entregar todo lo que uno ha recibido en favor de los demás.



Publicado en:
© CONGREGACIÓN DE LOS HERMANOS MARISTAS
Ámbito de Diseño, Informática y Comunicaciones