En compañía del Rector Sr. Claudio Castillo, directivos, compañeros y de sus familias, la mañana del miércoles 30 de diciembre, y teniendo como escenario la Capilla, un lugar que los ha acompañado en tantas celebraciones, los educadores que dejan el Colegio fueron despedidos en una emotiva y significativa eucaristía.

De esta manera, nuestra comunidad educativa vivió una Misa de Acción de Gracias en honor a los docentes Eduardo López, Edmundo Albornoz, Víctor Romero, que se acogen a retiro; y Santiago Vasconcello, quien deja el Colegio para asumir responsabilidades a nivel central. Pese a que este último no pudo estar presente de forma física, siguió atento la transmisión desde su casa.

Este momento fue presidido por el Padre Arul Dhas, y animado con los cantos del Coro de Funcionarios. Fue una instancia muy emotiva, donde sus compañeros más cercanos le dedicaron palabras de gratitud a cada uno de ellos, destacando sus años de entrega a la Misión Marista y las vivencias, logros, penas y alegrías, que formaron parte tanto de su vida personal como de su rol de educador.

El Rector Sr. Claudio Castillo, por su parte, les dirigió algunas palabras, destacando su trayectoria y los talentos que cada uno puso a disposición de la comunidad educativa. “Sus talentos fueron grandes riquezas en nuestro Instituto, herramientas preciadas en la evangelización y la opción mariana para todos nuestros alumnos, alumnas, familias, educadores y otra gente que les ha conocido y apreciado durante todos estos años. Ahí radica la gran importancia de la parábola; sus talentos han dado cuenta del Señor de la vida, del resucitado como la imagen que da sentido al altar. Su trabajo no ha sido en vano. En este apreciado día somos testigos confiables, para que puedan dar cuenta al Señor de lo que han hecho con los dones y talentos recibidos”, señaló.

Los profesores de Artes también se quisieron hacer presentes, ofreciendo el Himno del Colegio y el famoso tango “Por una Cabeza”, del reconocido cantante, compositor y actor de cine, Carlos Gardel, que prepararon con mucho cariño para homenajear a cada uno de los docentes.

La Rectoría, las direcciones, las coordinaciones y los estamentos no quisieron estar ausentes, entregando un obsequio a cada uno de los educadores, destacando y agradeciendo de esta manera su trabajo, compromiso, perseverancia, entrega y sus años de apostolado en el servicio y en la formación de los niños, niñas y jóvenes maristas.