El viernes 10 de noviembre, los alumnos y alumnas de cuarto medio vivieron su último día de clases. Para dar inicio a la jornada de despedida, se reunieron en la Capilla donde participaron de una liturgia. Este momento estuvo marcado por la entrega de un denario por parte del Grupo del Rosario, y el mensaje del Hermano Fernando Fernández, Superior de Comunidad.

En sus palabras, el Hermano les señaló la importancia de Dios en sus vidas. “Dios es lo fundamental, no lo olviden. Dios está siempre y sí existe. Algunos lo niegan, pero la verdad es objetiva. Dios es una realidad y nunca estamos solos. Por lo tanto, no se sientan solos cuando no hay alguien al lado. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo los acompañan siempre con amor”, sostuvo.

También les dio algunos consejos para enfrentar la vida que viene. “Primero, no olviden a sus padres, porque han sido los primeros maestros y han dejado huellas imborrables en sus vidas. María, la madre de Dios, llévenla siempre con ustedes. Cuando tengan problemas y dificultades, mírenla y encontrarán respuesta, la paz y el consuelo. A Marcelino Champagnat con el cual recordarán todo lo que han vivido en su colegio. Y el evangelio, palabra de Dios”, dijo.

Luego, se trasladaron a su sección para despedirse de sus profesores tutores, realizar el tradicional rayado de camisas, compartir los completos que año a año les preparan las Damas Maristas y recibir la visita de los más pequeños del colegio, con lo cual recuerdan sus inicios en el Instituto.
Pasadas las 12:00 horas, realizaron el tradicional recorrido por el colegio, donde recibieron el cariño de alumnos, alumnas, profesores, administrativos, auxiliares y sus familias, en un ambiente de mucha emotividad.